Fernando López “El Torero de Canela” debutó en la primer temporada de novilladas de la Plaza México

Libro "El Torero de Canela" Auto Novela Grupo Editorial Alternativa - Mexico DF

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Fernando llegó a la fiesta brava por casualidad, circunstancialmente estaba en las afueras de la plaza “El Toreo” de la Condesa, justo cuando daba inicio el festejo; por lo que presenció el ambiente de la gente, que corriendo a empujones y entusiasmada trataba de entrar al coso, todo eso llamó poderosamente la atención de Fernando, que decidió asistir al siguiente domingo. Compró su boleto de sol general y en esa primer corrida que presenció el cartel estaba integrado por “Armillita”, Solórzano y Garza, con un encierro de La Punta. Le impactó a tal grado el espectáculo que presenció que en ese instante se dijo a sí mismo: “Quiero ser torero”.

Depués de haber adquirido el llamado “Mal de Montera”, vino el debut en festejos con reses de incierta procedencia, los resultados para él mismo no fueron los esperados pero mantuvo la voluntad y la paciencia para ir asimilando los secretos del arte de torear.

“La primera vez que me vestí de torero fue la más tranquila de mi vida, conforme vas teniendo mayor responsabilidad sientes más miedo por ese mismo sentido de responsabilidad, porque tienes temor de que los toros no te vayan a embestir, que puedas fracasar. Y tienes que triunfar a fuerza para que te vuelvan a poner. El miedo tiene el otro contrapunto que es el valor y el valor lo da el conocimiento. Los toreros entre más saben son más valientes, intentan más porque lo saben, entonces yo tenía mucha confianza en lo que sabía. Pero muchas veces llegué a sentir mucho miedo, sobretodo cuando me levantaba de una cornada y tenía que volver a torear. Echaba el pasito para atrás hasta que iba retomando la confianza otra vez”.

Después de un sinfín de peticiones, de escuchar falsas promesas, de recibir negativas y de mover relaciones con gente allegada a la empresa, por fin llegó para Fernando López lo que tanto había anhelado: Presentarse en la Plaza México, ello aconteció el 30 de agosto de 1946 con un encierro de La Laguna. La novillada fue nocturna y el torero estuvo haciendo las cosas bien y con gusto, saliendo al tercio en sus dos toros. Sus buenas maneras hicieron concebir esperanzas y fue puesto en varios carteles, alternando en la mayoría de ellos con ese valientísimo novillero que causaba gran expectación: “Joselillo”.

En palabras de Fernando López recrearemos ese momento en que por vez primera hizo el paseíllo en la Plaza México: “Fernando se colocó al centro, bien liado el capote de paseo. Al lado izquierdo Nacho Pérez y al derecho su querido amigo Curro Ortega, la algarabía del público, los aplausos, el caballo del alguacilillo llegando hasta la presidencia y reculando hasta donde ellos tres aguardaban; las notas de un pasodoble y el ¡AAH! del público, se sucedieron en pocos segundos. Se inició el paseíllo hasta la autoridad. Saludaron y se metieron al callejón. En los tendidos había unas ocho o diez mil personas. Menos de un cuarto de plaza”.

En las siguientes actuaciones el número de aficionados se iría incrementando por la gran expectación que causaron tanto Fernando como “Joselillo”. Y como anécdota cabe destacar uno de los encabezados del diario Excelsior, que decía tras una de las repeticiones de Fernando López en el coso de Insurgentes: “Joselillo Llenó la Plaza de Gente y Fernando López la Llenó de Arte”. Y un subtítulo decía: “Hace mucho tiempo que no se veía una verónica como la de López”. El que redactó y firmó la nota fue nada menos que Pepe Alameda (que en ese tiempo utilizaba el seudónimo de “Don Inmodesto”), quien además fue el que bautizó a Fernando López como “El Torero de Canela”.

“En aquella temporada que salí de novillero todos los toros, lo menos, pesaban 450 kilos. En esa época el ser torero significaba mucho, veías en la calle a una persona y como caminaba sabías si era torero o no”

El 20 de julio de 1947 fue una fecha muy especial para el torero pues realizó soberbia faena al toro “Busco Suegra” del hierro de Heriberto Rodríguez, logrando salir en hombros de los aficionados ante los gritos consagratorios de ¡torero, torero!

Los conceptos de su tauromaquia tienen vigencia, su manera de torear con clase, con conocimiento de causa y de mucho sabor, se basaron en una expresión taurina de honda inspiración, que fue muy elogiada por los aficionados y cronistas de la época.

“Mi lance favorito es la verónica, en lugar de embarcar al toro cuando viene, hay que tomarlo desde medio metro de donde estás parado y de ahí llevarlo. Muchos dan el lance nada más para despedir”.

Fernando López “El Torero de Canela” fue un diestro de innegable calidad artística, cuya trayectoria fue truncada por la falta de apoyo del Dr. Alfonso Gaona, entonces empresario de La México, que para mala suerte frustró a una probable figura del toreo. Sin embargo junto al valeroso “Joselillo”, el torero oriundo de Veracruz realizó una formidable campaña novilleril, en esa primera temporada de festejos menores, que hizo a los aficionados acudir en gran número a los tendidos de la entonces recién inaugurada Plaza México.

“Si yo volviera a nacer sería torero y lo sería mejor si fuera en esta época, sin presunción alguna, porque el toro de ahora permite que le hagas más cosas”.

El soñar despierto con el toreo es un estado que se adquiere por esa pasión que despierta tanto el enfrentarse a un toro bravo, como la vocación y el deseo de trascender en la Fiesta. La perfección del arte de torear tiene mucho que ver con este nivel de conciencia.

“Sueñas despierto y das tres muletazos y no te gustó el tercero, regresas a tu toro y lo vuelves a dar; sueñas cómo vas a hacer tus faenas y eso lo hace el que se presenta y fracasa, así como el que llega y triunfa. Es el nivel de todos los que quieren ser toreros; lleguen a dónde lleguen. Unas veces cuando ya estás toreando, sientes que estás soñando de cómo te está respondiendo la gente”.

“Lo que he sido en la vida, lo que he logrado; incluyendo la edad fue porque fui torero. No sería el mismo si no me hubiese vestido de torero y no hubiese sentido esa lucha entre la vida y la muerte, ese afecto de la gente, ese aprender a valorar lo que es la vida”.

A Fernando López muchos aficionados lo recuerdan con gran afecto pues si bien fue muy buen torero, indiscutiblemente fue mejor amigo. Partió el 4 de mayo de 2007, quienes tuvimos la fortuna de tratarle y de convivir con él mucho le extrañamos. Hoy lo recordamos con gran cariño.

Felipe Olivera

Leer la Entrevista que realizó en 2006 publicada en Burladerodos.

Articulo - Entrevista por Felipe Olivera 2006 publicado por primera vez en Burladerodos
Fotos Libro "El Torero de Canela" y Tadeo Alcina.

 

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Une réponse à Fernando López “El Torero de Canela” debutó en la primer temporada de novilladas de la Plaza México

  1. Conoci a Fernando, fui amigo y compañero de trabajo en una empresa Americana Anderson & Clayton en Mexico, un amigo muy querido por sus dones de caballerosidad, el me obsequio un libro de su biografia que lamentablemente extravie, sabrían ustedes donde conseguirlo, quizá el articulista Sr. Felipe Olvera que lo entrevistó pudiera darme una opinión. Agradecere su respuesta

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