ALBERTO COSSIO AGUILAR
"El Maestro Mexicano"
El mundo taurino es rico en personalidades que, aunque discretas, ofrecen gran cantidad de riqueza humana, sin la cual no tendríamos nuestras escuelas taurinas, nuestras asociaciones o clubes para nutrir y defender los intereses de los aficionados y futuros toreros. Muchas de estas personas han enriquecido mi pasión pero la mayoría no son famosos. Entre ellos Alberto Cossío Aguilar me inspiró como aficionado y como persona. Yo soy rico de haberlo conocido y, también, por haber compartido su conocimiento que prodiga con generosidad y abnegación a su alrededor. Yo no soy el único en pensar que este hombre es extraordinario. Pasear con él siempre es una experiencia de "Quién es quién". Puedo dar fe de cómo se dan los encuentros inesperados, tanto en México como en España. La última vez fue en un concierto de "El Cigala" en el Auditorio Nacional en la Ciudad de México. Entre los miles de personas que acudieron a ver el concierto, unos veinte taurinos jóvenes novilleros o matadores saludaron a Alberto Cossío con sinceridad y admiración lo que dice mucho sobre el aura del Maestro "Estado Puro", que sin tener la alternativa, representa maravillosamente a través de todo su ser, la profesión y lo que es ser torero.
Si usted visita la ciudad de México, le encontrará muy probablemente en el Bosque de Chapultepec, donde entrenan toreros de todas nacionalidades, en la intersección de las calles Rubén Darío y Campos Elíseos, cerca del monumento de Gandhi. Durante años el ha compartido su visión y conocimientos con los jóvenes aspirantes, los novilleros y matadores que saben que el intercambio con el Maestro Beto siempre trae un ángulo puro, sincero y siempre con medida. Alberto Cossío de verdad es tocado por la gracia del temple, tanto en su personalidad como en su toreo.
En los últimos años, entre otros, trabajó con nuestro Camille Juan, en la preparación para su presentación en México como novillero y Luis Conrado durante su debut novilleril. Maestro con 71 primaveras, nunca ha dejado de torear y si el cuerpo ha envejecido, su clase natural permanece intacta, impulsado por un valor nunca vencido por las terribles heridas que han marcado su carrera. La última de estas lesiones se produjo durante un festival en Carmona (Sevilla) en abril de 2013 al final de una actuación cuya calidad ha marcado las retinas de todos los presentes.
Alberto Cossío Aguilar nació en la Ciudad de México 06 de junio 1942. Su presentación en traje de luces se llevó a cabo el 01 de noviembre 1959 en Tecuala, Nayarit con toros cebús y criollos. Cortó una oreja a un cebú. Siguieron diversas actuaciones con el mismo tipo de ganado, bajo la dirección de su Maestro Jorge Benítez. El primer toro de casta lo torea en Tepetzala el mismo año y fue acompañado por “El Ranchero” Aguilar, quien le abrió las puertas de varias ganaderías. Así toreó junto al Maestro Fermín Espinosa “Armillita” en la ganadería Zotoluca. El le dijo después de la tienta: "Si toreas los toros como toreaste esta vaca, te vas a hacer millonario". Quince días después Alberto recibe un telegrama de la Plaza México, invitándole a presentarse en el Coso de Insurgentes, la Plaza México. La presentación con caballos se llevó a cabo 03 de mayo 1964, con novillos de Santo Domingo. Fue una novillada de selección en la cual cada novillero toreó un novillo. Alberto Cossío saludó al tercio después de una buena actuación. En agosto de 1964 se anunció en Ciudad Juárez, la Plaza de Toros Alberto Balderas. Los empresarios fomentaban el triunfo con la promesa de ponerlo de nuevo en un cartel de la Plaza México, si triunfaba. Cortó una oreja junto a Chucho Solórzano y Manolo Ureña. La promesa no fue respetada. El 1 de noviembre 1964 torea junto a Manolo Martínez, durante la presentación de este último vestido de luces en la Plaza La Aurora, en Ciudad Nezahualcóyotl, con novillos de La Laguna de Guadalupe. Alberto Cossío recibió una cornada toreando "al natural" que atravesó el muslo con tres trayectorias de 15, 18 y 20 cms. Mata a su oponente y le traen una oreja a la enfermería. Quince días más tarde, reaparece en Tepic, Nayarit en un mano a mano con Antonio Lomelín. Los Novillos son del doctor Mota Velasco. Corta una oreja a su primer oponente. Fue entonces que Lomelín le invitó a banderillear su primer oponente, aunque no era especialidad de Alberto. Él recibe una cornada en la ingle, pero sigue en el ruedo para matar a su segundo novillo. El 28 de marzo de 1965 reaparece en Guadalajara, Plaza de Toros El Progreso toreando novillos de Roquilla del Carmen con Manolo Martínez y Pepe Orozco. Alberto torea magníficamente a su primer oponente. Entra a matar para triunfar y recibe un cornalón de dos trayectorias 10 y 25 cms afectando sin romper safena y femoral del muslo derecho. Lo repiten en la misma plaza el 25 de abril 1965 con novillos de Curiel . Ese día Eloy Cavazos hizo su presentación como novillero. La novillada fue difícil, ninguno de los tres espadas cortaron trofeos (contrariamente a lo que algunas estadísticas apuntan del Maestro Cavazos). Alberto mata tres novillos por lesión de Fernando Sepúlveda.
Siguen varias temporadas que comienzan con un triunfo en Apatzingán en el estado de Michoacán, donde corta dos orejas y rabo a un novillo de Ochoa, saliendo a hombros. La campaña en el oeste de la capital, continúa en Manzanillo, Mazatlán, Puerto Vallarta, etc. El 16 de junio 1968 es el regreso a la Plaza México con novillos de Tequisquiapan. Alberto triunfa sin cortar oreja por culpa de la espada. Su éxito le permite ganar contratos en Guadalajara, Acapulco y Querétaro. Como parte de su preparación, tres días después de la actuación de México, se dirige a la ganadería de Mimiahuapam. Manolo Martínez está presente y torea un semental. Cuando vienen su turno de torear Alberto, víctima de una ráfaga de viento, recibe una cornada de 30 cms. Todos los contratos pendientes se pierden. Este es el principio del fin. Alberto toreó junto a quienes iban a ser figuras pero las cornadas machacaron su cuerpo. Dos años más tarde, en 1970, en un festival en Tequisquiapan (Queretaro), Alberto recibió otra cornada en el ingle poniendo banderillas. El 1 de mayo 1975 se viste por última vez de luces en Manzanillo. Su novillo le da una nueva cornada mientras toreaba con la mano izquierda. Mata a su oponente y corta dos orejas. Estas circunstancias y la muerte concomitante de su querida mamá le tiran en una tristeza que conduce al purgatorio durante numerosos años. Después de tocar fondo, el más profundo de los sufrimientos del alma, Alberto Cossío termina triunfando sobre la adversidad. En 2007 vuelve a los ruedos y torea un festival en San Miguel de Allende y el toro le vuelve a cortar la carne en dos trayectos de 15 y 35 cms.
Tuve el honor de compartir cartel con el Maestro Cossío, en varias ocasiones, sobre todo en dos festejos en Carmona (Sevilla ) en 2006 y 2013. Su toreo puro, sincero y artístico deleitó a todos los presentes. La última vez que toreamos juntos fue en el otoño de 2013, en la ganadería de Zotoluca (México). Alberto reaparecía tras su percance de Carmona en abril de 2013 (Cuatro costillas partidas y fractura de clavícula). A pesar del castigo que ha recibido todo su vida de torero, él, continúa toreando pierna adelantada y el pecho hacia delante, cruzándose con la trayectoria natural del toro lo que, en el estado actual del toreo moderno, representa un acto de fe y un privilegio para los que miran.
Dedico estas líneas a la familia y todos los amigos del Maestro Alberto Cossío Aguilar, con quienes comparto la admiración y el respeto para el hombre y el torero.
René Ph. Arneodau
Felicidades a mi tío Alberto Cossio, que orgullo que sea reconocido por su carrera, pero también hay que reconocerlo como persona!
Un buen hombre, afectuoso con su familia y amigos, y respetado en su comunidad!
Enhorabuena tío, un fuerte abrazo y beso!
Juan C.
Que grande es El maestro Cossio! Un bel article à la hauteur de cet homme. Enhorabuena à l'auteur de cet "Hommage".